Hoy os voy ha hablar de dos distritos que están muy pegados y, por eso, son difícil de distinguir: Hyde Park y Chelsea.
Aquí vive la burguesía inglesa. Las niñeras empujan sus cochecitos en los jardines de Kensington, los niños uniformados hacen cola en silencio en Hans Cresent y las damas cotillean en el Fifth-floor Cafñe de Harvey Nichols. Las monarquías extranjeras tiene casas en esta zona. Tales mansiones necesitan lo complementos más exiquisitos y algunos de los mejores anticuarios están en Kensington Church Street y Portobello Road, el lugar más divertido para las mañanas dominicales.
Lo mejor es empezar con Apsley House que fue la residencia del duque de Wellingotn y parte de ella todavía sigue ocupada por la familia. Fue levantada por Robert Adam en la década de 1770 y se cedió para albergar las pinturas y recuerdos del gran militar británico. Entre los cuadros hay varias obras de Diego Velázquez, incluido El aguador de Sevilla.
A continuación, atravesamos el Hyde Park. Uno de los lugares más populares de este parque es el lago, llamado Serpentine, con sus barcas de remo y su alberca. Se pueden alquilar caballos y dar paseos. El Speakers' Corner, cerca de Marble Arch, es un lugar indicado para subirse a la tribuna e improvisar un discurso para las personas que se reúnen allí.
Mientras que uno va andando puede visitar también la Princess Diana Memorial Fountain que es una fuente en recuedo de la Princesa Diana y al final del parque se encuentra Kensington Palace and Gardens.
Kensington Palace es un pequeño palacio real situado en los jardines de Kensington, famoso por ser la residencia de la princesa Diana. Los primeros monarcas que vivieron aquí fueron Gillermo y María, en 1689, y la reina Victoria nació aquí en 1837. El interior está organizado en cuatro zonas históricas centradas en la vida de los residentes como Villiam y Mary, Victoria y Diana. Los jardines de Kensington fueron abiertos al público en 1841. Desde 2000, el parque infantil de la princesa Diana es el lugar favorito de los niños.
Saliendo del parque, nos topamos con el Albert Memorial y el Royal Albert Hall. El primero es un monumento erigido en honor del amado esposo de la reina Victoria. El príncipe Alberto es un digno recuerdo del hombre que desempeñó un papel fundamental en la establecimiento de los museos del sur de Kensington. Fue diseñado por sir George Gilbert Scrott y se concluyó en 1876. En sus cuatro esquinas hay escenas que representan el Imperio, el cual llegó a su cumbre durante el reinado de Victoria.
Cuando la reina Victoria puso la primera piedra de The Hall of Arts and Sciences, a todo el mundo le resultó extraño que pusiera las palabras Royal Albert antes del nombre; pero en la actualidad el edificio se conoce como el Albert Hall Es un enorme edificio circular, diseñado como un anfiteatro romano y con 5.000 asientos. Aquí se celebran representaciones circenses, estrenos de películas y acontecimientos musicales.
No muy lejos están algunos museos conocidos como el Science Museum, el National History Museum y el Museo de Victoria y Alberto.
El Science Museum traza la hizotria de los descubrimientos técnicos y científicos.
El National History Museum representa el mundo de los animales y la geología explicados con claridad.
El Museo de Victoria y Alberto alberga una infinidad de tesoros. Hay arte de todos los rincones del mundo, desde la antigua China hasta el arte contemporáneo de Gran Bretaña. Destacan por encima de todo las réplicas en yeso de estatuas, monumentos y objetos de la Italia renacentista. La exposición está dividida en seis plantas. Las British Galleries muestran interiores domésticos desde 1500 hasta 1900.
Por último, fuimos a Harrods una tienda bastante selecta que enfocada hacia los extranjeros. Los porteros de este comercio se aseguran que los clientes tenga el mejor gusto posible.
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