En el centro occidental de la bahía, a 12 km de Cádiz, San Fernando, con una extensión de 29 km2 y una población cercana a los 100.000 habitantes, es una de las más importantes ciudades de una provincia caracterizada por poseer importantes núcleos poblacionales.
Lugar vinculado a Cádiz y durante mucho tiempo espacio agrícola y de recreo de la capital, la Isla, como es conocida esta población, posee importantes restos arquelógicos que hablan de su importancia en la antigüedad y en los siglos medievales.
Destaca entre todos el castillo de San Romualdo, fortificación anterior al siglo XIV, que servía para defensa del puente de Zuazo, llave de entrada a Cádiz hasta fechas recientes en que se construyó el puente sobre la bahía.
Pero el gran desarrollo de la ciudad y su importancia data del reinado de Felipe V, cuando el resto estima la extraordinaria importancia estratégica de la Isla de León, que así se llamaba entonces. Ello hace que destaque allí la flota española y se construyan astilleros de reparaciones y construcciones navales, con el sinfín de oficios que ello trajo consigo.
La ciudad creció enormemente y a ello debe su perfil urbano y cultural, a su vinculación con la Armada, que construyó el Arsenal de la Carraca; la Población Naval de San Carlos, en donde se encuentra el Panteón de Marinos Ilustres y la antigua Academia Naval de Guardiamarinas, y el Observatorio Astronómico de la Armada, uno de los tesoros de la ciencia española y un lugar aún de alta especialización en astronomía, hoy dedicado a la formación de postgraduados y al seguimiento de satélites.
Entre los monumentos civiles hay que destacar su Ayuntamiento, un imponente edificio neoclásico, del siglo XVIII, y la Comandancia General de la Zona Marítima del Estrecho. Cuenta la ciudad con una gran vía, antiguo Camino Real y paso obligado hacia Cádiz, de perspectivas interesantes en cuanto al tipo de edificaciones, con elementos característicos como los llamados "cierros y balcones". También merecen una visita los templos.
La iglesia de San Pedro y San Pablo preside una plaza irregular, conocida con el nombre de la iglesia. Dispone de tres naves, con cúpula sobre pechina en el crucero, siendo su exterior de un neoclásico sobrio y armónico. Su portada principal es barroca. Se da culto en San Pedro a una imagen de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, del siglo XVIII, que goza de la veneración de toda la ciudad, que se desborda en las calles isleñas las madrugadas del Viernes Santo, cuando desfila la cofradía.
La iglesia del Carmen, al otro extremo de la calle Real, inaugurada en 1733, es de planta de cruz latina con cúpula sobre pechinas en el crucero. Barroco del gusto gaditano es su interior, con mármoles genoveses en púlpito, altares, portadas y pavimentos. Se da culto a la Virgen del Carmen, patrona de la ciudad y de la Armada, una talla muy bella, aunque la imagen de mayor importancia artística es la del Cristo de la Salud.
La iglesia de San Francisco, junto a la Alameda Moreno de Guerra, y con entrada por la calle Real, asimismo, es un templo de gran armonía en sus proporciones, también de planta de cruz latina en la que predomina la luz y la blancura de sus pilastras, paredes y bóvedas, y en la que hay lienzos de gran tamaño y calidad.
San Fernando ofrece una playa espléndida en su fachada atlántica -virgen hasta hace pocos años por entrar dentro de la zona de seguridad militar- llamada de Camposoto o del Castillo, por encontrarse en la cercanía del castillo de Sancti-Petri, una fortaleza militar hoy abandonada, en el término municipal de San Fernando, que fue en la antigüedad templo dedicado al dios Melkart, sobre un islote.
Lugar vinculado a Cádiz y durante mucho tiempo espacio agrícola y de recreo de la capital, la Isla, como es conocida esta población, posee importantes restos arquelógicos que hablan de su importancia en la antigüedad y en los siglos medievales.
Destaca entre todos el castillo de San Romualdo, fortificación anterior al siglo XIV, que servía para defensa del puente de Zuazo, llave de entrada a Cádiz hasta fechas recientes en que se construyó el puente sobre la bahía.
Pero el gran desarrollo de la ciudad y su importancia data del reinado de Felipe V, cuando el resto estima la extraordinaria importancia estratégica de la Isla de León, que así se llamaba entonces. Ello hace que destaque allí la flota española y se construyan astilleros de reparaciones y construcciones navales, con el sinfín de oficios que ello trajo consigo.
La ciudad creció enormemente y a ello debe su perfil urbano y cultural, a su vinculación con la Armada, que construyó el Arsenal de la Carraca; la Población Naval de San Carlos, en donde se encuentra el Panteón de Marinos Ilustres y la antigua Academia Naval de Guardiamarinas, y el Observatorio Astronómico de la Armada, uno de los tesoros de la ciencia española y un lugar aún de alta especialización en astronomía, hoy dedicado a la formación de postgraduados y al seguimiento de satélites.
Entre los monumentos civiles hay que destacar su Ayuntamiento, un imponente edificio neoclásico, del siglo XVIII, y la Comandancia General de la Zona Marítima del Estrecho. Cuenta la ciudad con una gran vía, antiguo Camino Real y paso obligado hacia Cádiz, de perspectivas interesantes en cuanto al tipo de edificaciones, con elementos característicos como los llamados "cierros y balcones". También merecen una visita los templos.
La iglesia de San Pedro y San Pablo preside una plaza irregular, conocida con el nombre de la iglesia. Dispone de tres naves, con cúpula sobre pechina en el crucero, siendo su exterior de un neoclásico sobrio y armónico. Su portada principal es barroca. Se da culto en San Pedro a una imagen de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, del siglo XVIII, que goza de la veneración de toda la ciudad, que se desborda en las calles isleñas las madrugadas del Viernes Santo, cuando desfila la cofradía.
La iglesia del Carmen, al otro extremo de la calle Real, inaugurada en 1733, es de planta de cruz latina con cúpula sobre pechinas en el crucero. Barroco del gusto gaditano es su interior, con mármoles genoveses en púlpito, altares, portadas y pavimentos. Se da culto a la Virgen del Carmen, patrona de la ciudad y de la Armada, una talla muy bella, aunque la imagen de mayor importancia artística es la del Cristo de la Salud.
La iglesia de San Francisco, junto a la Alameda Moreno de Guerra, y con entrada por la calle Real, asimismo, es un templo de gran armonía en sus proporciones, también de planta de cruz latina en la que predomina la luz y la blancura de sus pilastras, paredes y bóvedas, y en la que hay lienzos de gran tamaño y calidad.
San Fernando ofrece una playa espléndida en su fachada atlántica -virgen hasta hace pocos años por entrar dentro de la zona de seguridad militar- llamada de Camposoto o del Castillo, por encontrarse en la cercanía del castillo de Sancti-Petri, una fortaleza militar hoy abandonada, en el término municipal de San Fernando, que fue en la antigüedad templo dedicado al dios Melkart, sobre un islote.
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