Sin ninguna duda, una parada obligatoria en el pueblo de La Alberca es La Peña de Francia: una montaña de 1.727 metros.
El pico es conocido por su Virgen negra, Nuestra Señora de la Peña de Francia, y su grandísimo santuario, es prácticamente inaccesible en invierno por la nieve (aun en esta época está lleno de nieve). Tiene gran afluencia de visitantes durante los meses de verano, muchos de ellos peregrinos cristianos. También dispone de un convento de frailes, una hospedería independiente del monasterio y una antena repetidor de telecomunicaciones.
Además, desde la cima, se divisa toda la llanura del Campo Charro hacia el norte, la Sierra de Tamames hacia el este, y el pantano de Gabriel y Galán hacia el sur, aparte del resto del macizo montañoso. Para ello, hay una señas en la muralla de arriba que te indican hacia dónde mirar y cómo. Es muy curioso ya que nunca había visto algo así. Mientras buscaba los puntos, me encontré con unas cabras montesas sueltas.
¡Me encantó el momento! ¡Disfruté mucho observando lo que hacían!
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