Yanira es una chica joven, de veinticinco años, que vive en Tenerife. Ella trabajaba en una guardería hasta que la despidieron. Ahora quiere hacer su sueño realidad: ser cantante. La contratan en un hotel para cantar en un coro; como muchos otros artistas sus carreras musicales empiezan así.
Ella es muy alegre, dinámica y le da igual lo que piense, imagine o crea la gente; no le gusta que le cambien su personalidad y mucho menos sus novietes. No quiere enamorarse de nadie porque ya la rompieron el corazón y desde entonces lo tiene blindado; simplemente tontea con algunos hombres mayores que ella porque es lo que le gusta.
Ahora tiene un novio de treinta y dos años que la esta sacando de quicio porque no la permite hacer lo quiere; así que corta con él justo cuando están en la playa una noche. Tras la ruptura, él le propone que puede llevarla a casa pero ella lo rechaza porque necesita dar un paseo para despejarse.
Mientras da el paseo paseo nocturno, encuentra que en la misma playa, detrás de una barca, unos conocidos suyos junto con la hermana de su mejor amiga están montándose un trío sin ningún pudor a que nadie les viera. Yanira, curiosa, decide observar la escena donde descubre que a ella también le excita ver estas cosas. Cuando el espectáculo termina, vuelve a casa y reflexiona sobre el tema. Le gustaría practicar algo así. Buscando en internet encuentra que la hermana de su mejor amiga ha abierto un bar de intercambio de parejas.
Al día siguiente, es el debut de Yanira como cantante en el coro del hotel. Allí mismo trabaja su mejor amiga, Coral con la que puede contar siempre; puede mantener secretos con ella pero sin embargo para el tema de sexo Coral es un poco mojigata por tanto no puede contarle lo que vio la noche anterior en la playa.
Al día siguiente, es el debut de Yanira como cantante en el coro del hotel. Allí mismo trabaja su mejor amiga, Coral con la que puede contar siempre; puede mantener secretos con ella pero sin embargo para el tema de sexo Coral es un poco mojigata por tanto no puede contarle lo que vio la noche anterior en la playa.
Después de la actuación, todo el mundo felicita a Yanira porque lo ha hecho muy bien.
Al volver a casa no para de dar vueltas a lo que pasó la noche anterior y se pone a buscar otros bares de intercambio de parejas que haya en Tenerife, incluso entra en ellos de forma virtual descubriendo así que le gusta ese mundo.
Un día, tras salir del trabajo del hotel Yanira decide ir a un bar de intercambio de parejas para averiguar cómo funciona. Pero al llegar se acobarda y le da vergüenza entrar, simplemente observa desde su coche la gente que entra y sale. Esto lo hace durante unas cuantas noches hasta que por fin se decide por salir del coche. Al entrar la recibe la señorita encargada de relaciones públicas: la enseña el local, la higiene que hay, las normas,... todo para que pueda comenzar a hacer lo que Yanira quiera. Yanira, asustada por lo que ve, sale pitando del bar cuando se le acerca un italiano llamado Francesco.
Otra noche, más decidida y más segura de sí misma, Yanira va de nuevo al local donde vuelve a encontrase con Francesco; charlan tranquilamente sobre cualquier cosa hasta que él le propone entrar en una sala oscura donde pueden disfrutar del sexo sin compromiso todo lo que pueden. Cuando terminan, Francesco da una tarjeta a Yanira para que lo llame.
Para la mañana Yanira se va con su hermano Argen a la playa a hacer surf y tras coger unas cuantas olas Yanira sale del agua donde se encuentra con Francesco. Al principio no sabe como reaccionar porque no le apetece que todo el mundo sepa lo ocurrido la noche pasada pero después entiende que el tampoco va a decir nada; así que pasan un buen rato haciendo risas con Argen. Esa misma noche Yanira tiene una nueva cita en el bar de swingers con Francesco.
Un año después, Coral rompe con su novio y también la despiden del trabajo por la crisis; pero encuentra unos puestos como camarera en un crucero y quiere que su amiga Yanira también trabaje con ella así que la llama y le comenta todo. Al principio Yanira no sabe si ir por su familia, pero la idea le atrae muchísimo; por lo que finalmente acepta.
Cuando ambas llegan al barco, tienen una reunión con el jefe donde se les explica todas las instrucciones para atender a los clientes al día siguiente. De repente aparece un morenazo que deja a Yanira sin habla. Después de la reunión, van a hacer unos recados y luego a tomarse algo en el starbucks donde Yanira vuelve a ver al moreno que tanto le gusta; tanto Coral como ella intentan hablar con él pero parece que es un poco borde aunque descubren que se llama Dylan. Después de que Yanira comprara los cafés, se da media vuelta y choca con otro hombre y todo el café queda desparramado. El hombre con el que choca se llama Tony y es muy amable con ella, la compra de nuevo los cafés y se los entrega justo en el momento que otro hombre y se acerca preocupado por Tony. Cuando ambos hombres se van, Yanira ve que se juntan con Dylan piensa que los tres son gays porque parece haber mucha complicidad entre ellos.
Tony regresa a la cafetería para preguntar a Yanira y a Coral si puede ir con ellas esta noche porque está un poco molesto con la gente que va. Cuando salen los tres juntos con otros amigos de Yanira, Tony se emborracha y se queda a dormir en casa de Coral ya que no puede con su alma. Al día siguiente, bien temprano, llama el hermano de Tony a éste por el móvil y lo coge Yanira. En ese momento, el hermano de Tony se pone muy impertinente, pero como Yanira tiene carácter le pone en su sitio. Tras ver que la conversación por teléfono no va a llegar a ningún sitio, el hermano de Tony manda a alguien para recoger a Tony en casa de Coral.
Cuando es completamente de día, Yanira y Coral van al barco a trabajar. Allí, se encuentran a unos compañeros de trabajo de Yanira en el hotel que trabajan en la orquesta; así que Yanira se pone contenta porque sabe que harán todo lo posible para que ella cante en el coro.
A Coral le asignan un puesto en la cocina y a Yanira de camarera en la zona VIP donde descubre que Tony y la persona que le vino a recoger están de vacaciones en el crucero. Además también se entera que el hermano borde de Tony se va a incorporar en el trayecto más adelante, cosa que no le gusta.
Desde el primer día, Yanira no se lleva bien con el jefe porque éste es un impertinente y un amargado; está siempre intentando ser muy borde con todos los empleados; los habla de muy mala gana.
Yanira se propone conquistar a Dylan, el chico de mantenimiento. Día tras día intenta que él se fije en ella, pero fracasa estrepitosamente. Hasta que ambos coinciden con un accidente de uno de los camareros, Nelson, donde éste se desmaya porque se ha hecho un corte en la mano y le impresiona la sangre. Mientras están cuidando de él, Dylan y Yanira se ponen a hablar tranquilamente hasta que Nelson vuelve en sí que cada uno sigue a su trabajo. Como Nelson no puede trabajar porque le han dado puntos en una mano, Yanira y Dylan se ofrecen para doblar turnos para cubrirlo.
Desde ese día, Yanira y Dylan no vuelven a hablar hasta que él la pilla tomándose una pastilla y la pregunta que para qué es justo en el momento que entra el jefe amargado en la cocina. Al verlos a los dos hablando sin hacer su trabajo, éste les echa la bronca sacándolos a ambos de quicio. Cuando el jefe se va, están los dos a gusto hablando un ratito.
Pasan los días y Yanira no logra que él se fije en ella como ella quiere. Un día en una guardia de noche, a Yanira le toca llevar un pedido a la habitación de Tony donde cree que allí va a haber una orgía que se va a formar Tony con su acompañante y Dylan (encuentra su mono encima de la cama y él está en el baño). A Yanira le entran los siete males y sale de allí casi corriendo porque piensa que su amor platónico es gay.
Un día, Coral está con alguien en el camarote por lo que Yanira no puede ir a dormir. Así que va a un sitio del barco donde no hay nadie y se pone a escuchar música mientras canta lo que oye con los ojos cerrados. Al abrirlos se encuentra que Dylan está a su lado escuchándola. Él intenta ser amable con ella, pero Yanira al recordar que es gay se pone de mal humor y le contesta un poco borde. Pasados unos minutos ella se relaja y le habla con normalidad, él al ver su cambio de actitud, se acerca un poco y se muestra muy meloso; entonces Yanira, olvidándose de que es homosexual, intenta besarlo, pero Dylan le hace una cobra y se va mientras la dice cosas bonitas.
Yanira no para de pensar en Dylan: por un lado cree que es gay y por otro piensa que algo puede atraerlo porque de vez en cuando el se muestra muy sensual con ella. Mientras piensa en él en la cocina del crucero, un amigo suyo de la orquesta le dice que la necesitan en el coro porque ha habido una baja. Al escuchar esto, Yanira se pone muy alegre y en su gran debut triunfa. A la salida del concierto, un chico llamado Tomás está esperando a Yanira para tener una noche de lujuria; pero antes de ir a su camarote, ella decide salir un momento a cubierta y pasear. Allí se encuentra a Dylan que la está esperando para brindar y felicitarla. En un momento de sinceridad, Yanira le cuenta que sabe su secreto, que sabe que es gay. Dylan la sigue el juego pero no obstante se lanza y la besa. El calor entre ambos sube, incluso él llega a hacerla trabajos manuales. Cuando acaban, Dylan le dice que no puede repetirse la situación y se va.
Tras esa noche, Yanira intenta evitar a Dylan pero fracasa estrepitosamente porque su deseo de estar con él aumenta; así que en una guardia de noche de Dylan va a visitarlo al almacén donde saca todas sus armas de mujer para saciar su sed. En medio del acto sexual, Yanira descubre dos cosas: una que Dylan quiere una cita con ella y otra que Dylan no es gay; ella sola se había montado una película en su cabeza. En ese momento le da igual todo, simplemente quiere apagar el fuego de su cuerpo y lo consigue. Además está contenta porque va a tener una cita con su amado en la primera parada del crucero.
Poco a poco, Yanira se va enamorando más y más de Dylan cosa que la asusta porque se prometió no enamorarse de nadie y tenía hasta entonces el corazón blindado. Sin embargo, Dylan está entrando en la vida de ella y los sentimientos son cada vez más fuertes.
La primera parada del crucero es Marsella y allí Yanira y Dylan tienen una cita muy especial en un hotel. Además de hacer el amor por todas partes, se sinceran el uno con el otro a nivel de sentimientos. Cuando vuelven al barco, les resulta difícil estar separados el uno del otro; pero no les queda más remedio, se comunican a través de mensajes de texto en el móvil.
Tony se presenta con su hermano en el camarote de Yanira para presentárselo. Además el hermano, Omar, se disculpa por lo mal que estuvo al teléfono cuando Tony se emborrachó en Barcelona; quiere compensarla por lo ocurrido. Cuando ambos hombres se van, entra Dylan al camarote y le dice a Yanira que se mantenga alejado de Omar. Yanira piensa que es un ataque de celos y no le da mucha importancia.
Después de una actuación, Omar se acerca a Yanira para ofrecerle la oportunidad de trabajar con una productora musical. Al ver esto Dylan se abalanza sobre Omar provocando una pelea entre ambos. Tony se acerca para separarlos y cuando Omar y Dylan se van por caminos diferentes; Tony le cuenta a Yanira que los tres son hermanos y que tras la muerte de su madre, Dylan abandonó a su familia que vive en Puerto Rico, además le dice que Dylan es un famoso médico cirujano cardiólogo en Los Ángeles. Yanira necesita asimilar la información recibida y por ello, se va a su camarote a pensar. De repente entra Dylan y la pide disculpas por lo ocurrido y también por haberla perdido; pero las intenciones de éste no eran esas sino más bien tiene ganas de discutir y acaba pagando toda su frustración contra su amada.
Esa noche Yanira no puede dormir y cuando no aguanta más, va a la cocina a por un plato de tarta para ahogar sus penas. Mientras lo come, se acerca Dylan por atrás, está un poco bebido pero no borracho y la hace el amor de forma dura (con sus típicos juegos de roles). Después de soltar la adrenalina que tienen los dos acumulados se confiesan que se quieren y Dylan le dice que al día siguiente tienen una parada en Génova y que allí le va a dar todas las explicaciones que ella necesita.
A la mañana siguiente, Dylan y sus hermanos se acercan a Yanira para decirle que se tienen que ir porque a su padre le ha dado un infarto y tienen que estar con él. En un principio Yanira lo entiende porque ella haría lo mismo por su padre, pero el corazón se le rompe y más cuando ve que su querido se despide de ella como si fuera para siempre. Dylan la besa apasionadamente y el jefe de ésta lo está viendo todo. Cuando Dylan se va, el jefe de Yanira la despide porque está prohibido las relaciones entre los empleados y Coral que le tiene mucha manía se le encara y dimite.
Ambas bajan del barco en Genova y cuando salen de comer de un restaurante y unos ladrones las quitan todo lo que llevan: móviles, pasaportes, dinero,... En la comisaría denuncian el hecho y localizan a Francesco (el hombre que conoció Yanira en el bar de swingers) que las ayuda en todo lo que necesitan.
Tanto Yanira como Coral pasan una semana en la casa de Francesco en Génova y cuando deciden regresar a España, Coral se queda en Barcelona y Yanira regresa a su tierra, Tenerife. Allí consigue trabajo en un hotel para cantar y poco a poco se va recuperando de la ruptura aunque aún sigue echándole mucho de menos.
Yanira lleva tres semanas sin saber nada de Dylan y en una de sus actuaciones se encuentra que va a verla sus padres, sus hermanos y también Tony y su acompañante. Yanira se agobia mientras va viendo aparecer a cada uno menos a Dylan, así que sale desesperada corriendo a su camerino donde se encuentra a su gran amor. Ella se emociona y más cuando Dylan le pide matrimonio de la forma más romántica que puede existir. Yanira encantada de la vida vuelve a sonreír y acepta la proposición.
Cada día se dedican a conocerse más y más. Pasan un tiempo estupendo en Tenerife y Yanira está muy enamorada de Dylan, cada día que pasa más. Dylan le propone ir a Puerto Rico para presentarle a su padre del que le advierte que al principio va a dar verdaderos dolores de cabeza porque no le va a gustar nada que Yanira quiera ser cantante. También le dice que tras ver a su padre, van a intentar llevar una vida normal en Los Ángeles, Yanira acepta pero no quiere renunciar a su sueño de ser cantante.
Al llegar a Puerto Rico, Tony los está esperando para dar un paseo por la isla y después van a la casa donde Yanira comprende por qué llaman al padre de Dylan "El Ogro". Está dispuesto a hacer la vida imposible a cualquier persona que se le acerque: ha investigado a Yanira, la critica por ser rubia y cantante, la contesta mal, la soborna con lo que más quiere (un productor y un manager para su carrera musical a cambio de que deje a Dylan)... Al principio la pareja quiere irse de la casa pero finalmente Yanira decide quedarse y enfrentarse a su futuro suegro.
Todos los días son una tortura para Yanira porque cuando no discute con Anselmo (el padre de Dylan), discute con su hijo y viceversa. Para colmo, descubre a una niña muy guapa (se llama Princesa. Su madre le dijo a Omar que era su hija pero éste no le creyó y la madre se mató. Ahora vive con Elsa, una de las empleadas del hogar) que está siendo torturada tanto por Anselmo, como por sus hijos y también por Elsa, su tía. La situación la está superando, pero aguanta por su novio.
Un día tras discutir Yanira y Dylan, ella se va con Tony a desahogarse porque no puede con todo lo que está ocurriendo. Ambos se van a un bar a tomar chichaítos (bebida típica de Puerto Rico) y debido a que tiene mucho alcohol Yanira le cuenta todo lo que está ocurriendo con Anselmo y que Dylan no sabe: que la llamó puta, que la sobornó, etc. Tony no da crédito a lo que está oyendo y cuando tiene la oportunidad se lo dice a Dylan para que éste sea más comprensivo con su amada y no la trate más de malas maneras.
Después de la mala noche que pasa Yanira debido al alcohol, Anselmo se acerca a ella y le pide disculpas. Ella no se cree lo que le acaba de decir y con buenas palabras. ¡Algo se ha perdido!
Luego Yanira va a la playa con Dylan, Omar y Tony donde se bañan y se lo pasan bomba hasta que Princesa aparece sola en la playa a agarrase a Yanira que la tiene mucho cariño. A Omar no le gusta nada de eso porque dice que esa niña no es suya y la manda rápidamente a casa. Princesa llorando se va corriendo y cruza sin mirar por lo que un coche por poco la atropella, gracias a la rapidez de Dylan que la salva, la niña está bien aunque con el susto no para de llorar y Yanira la consuela. Yanira, ya harta de como tratan a Princesa, se encara a los tres hermanos porque la niña no tiene la culpa de los errores de los adultos. Al final Omar confiesa que sí es su hija porque se hizo las pruebas de paternidad y dieron positivo. Además, los cuatro descubren que Elsa tiene montado un buen negocio porque recibe dinero de los tres sin que ninguno lo sepa y no lo emplea para la niña sino para ella.
Cuando vuelven a la casa, Anselmo se muestra amable con todos; ya no es el ogro que era hasta el día anterior. Yanira le ha abierto los ojos. Anselmo explica que se va a hacer cargo de Princesa y además pide perdón a Yanira por todas las cosas feas que ha hecho, a partir de ese momento la va a tratar como una hija más.
Efectivamente, las cosas cambian para bien y están todos encantados. Hasta celebran una fiesta de compromiso por todo lo alto y muy alegres para Yanira y Dylan.
El día que Yanira y Dylan regresan a Los Ángeles (a retomar la vida que llevaba Dylan dos años antes) se despiden con lágrimas en los ojos porque en los últimos días lo han pasado muy bien y han estado muy a gusto. Omar y su mujer regresan con ellos porque también viven allí.
Cuando aterrizan la mujer de Omar, Tifany, propone salir los cuatro por la noche y ante tanta insistencia no se puede negar nadie. Al llegar al restaurante, se encuentran con una ex de Dylan, Caty, y un acompañante, los cuales se apuntan a la cena. Caty al principio se porta muy bien pero a medida que pasa la noche va soltando todo lo que ha hecho con Dylan. Yanira enfadada le pide a su amado que se vayan y él accede al ver que está muy cabreada. Una vez fuera Yanira le cuenta lo ocurrido a Dylan y él va a decirle cuatro cosas a su ex. Yanira se queda sola en la calle y cuando va a cruzar... un coche se pone en su camino.
Adivina quién soy
Megan Maxwell
Editorial: Esencial, Planeta
ISBN: 978-84-0812-511-2
Puedes conseguirlo pinchando aquí. También os dejo el booktrailer:
Megan Maxwell
Editorial: Esencial, Planeta
ISBN: 978-84-0812-511-2
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Megan Maxwell no para de sorprenderme con sus libros. Empecé a leerlos el año pasado y desde entonces no paro. Algunos me he leído dos o incluso tres veces como la saga Pídeme lo que quieras y la saga Adivina quién soy. Sin duda esas dos sin mis favoritas.
Me han hecho sentir lo que ningún otro libro y no sólo me refiero a las partes sexuales que se describen sino todo en sí.
Ya no los voy a comparar con el resto de sagas eróticas que he leído (exceptuando Afterburn) porque no merece la pena ni nombrarlas debido a lo machistas que son. No dudo que a mucha gente les haya gustado pero desde mi punto de vista no hay comparación unas con otras.
Las siguientes citas son mis preferidas:
- Si una mujer juega con un hombre para una sola noche, es porque ella ha querido. Si sigue el juego es porque ella lo está convirtiendo en suyo. Un juego criticado por muchas mujeres a las que, en el fondo, les gustaría jugar a lo mismo, pero no se atreven, no se lanzan. La diferencia entre ellas y las mujeres como Yanira es que estas últimas son dueñas de sus vidas. Hacen lo que quieren y lo que desean en todo momento, sin pensar en el que dirán y sin dejarse engañar por idioteces moralistas y puritanas.
- Cuando uno está feliz uno escucha la música, pero cuando uno está triste uno entiende la letra.
- Más vale haber amado y haber sido amado, a no haber conocido nunca ese sentimiento.
- La camiseta de las reconciliaciones: "Te cambio una sonrisa por un beso".
Y lo que más me gusta es que Megan Maxwell siempre deja ver que todos los personajes principales de las obras son de ella: siempre cantando, risueños, humildes y sin dominantes en la pareja. Simplemente puedo decir: ¡ME ENCANTAN TUS LIBROS, MEGAN! ¡SIGUE ASÍ!
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