Gianna Rossi es una chica que proviene de una familia numerosa. Tiene 3 hermanos: Angelo, Nico y Vicent que trabajan en el negocio familiar; el restaurante Rossi que se encuentra al lado donde vive la familia, el barrio de Brooklyn (Nueva York).
La señorita Rossi se acaba de licenciar en Gestión de Hostelería y quiere trabajar para una restauradora muy famosa llamada Lei Yeung. La protagonista sabe que es muy buena y que puede conseguir un puesto de secretaria de la restauradora. Sin embargo, la Sra. Yeung apenas la da una oportunidad en la entrevista, por lo que Gianna decide enfrentarse a ella poniéndole los puntos sobre las íes con el tema de Ian Pembry (otro restaurador y expareja de Lei) porque no tiene nada que perder.
Cuando Gianna va al restaurante Rossi, cuenta lo ocurrido a sus hermanos. Mientras comentan la situación, llega Lei Yeung al restaurante sorprendiendo a toda la familia. Quiere contratar a Gianna como secretaria por todo lo que le ha dicho en la entrevista de trabajo.
Un año después, Gianna y Lei trabajan juntas y están a punto de quitar dos clientes importantes a Ian Pembry, los mellizos Williams (un chico llamado Chad y una chica llamada Stacy) que se odian. Pembry les ha dicho que se tenían que aguantar porque juntos tienen muy buen éxito. Sin embargo, Lei les ofrece el mismo éxito por separado siendo esa la baza para captarlos como clientes.
Giana y Lei se reúnen con los hermanos para firmar los contratos, pero cuando están a punto de hacerlo, un exligue de Gianna (ella estuvo locamente de él a pesar de que no le correspondía de esa manera) apareció, Jax Rutledge dejando a la protagonista totalmente paralizada y nerviosa. Gianna deja de estar atenta a la conversación para cerrar el trato porque no puede dejar de pensar en el hombre del que está enamorada. Cuando Lei sale con su empleada de la reunión, lo hacen con las manos vacías porque los mellizos aun no han firmado el contrato. Jax ha hecho una contraoferta a los hermanos, por lo que éstos debían de pensar antes de firmar nada.
Ambas regresan al despacho analizando los hechos que han sucedido. De repente Gianna recibe una llamada de la recepcionista de la oficina diciendo que Jax está en el vestíbulo y que quiere hablar con Lei, por lo que tiene que llevarlo frente a su jefa. Así que baja al vestíbulo intentando aparentar que es una profesional y que no lo conoce, pero fracasa estrepitosamente mientras van a la sala de espera donde Lei recibirá a Jax. Una vez dentro, el ambiente se vuelve más íntimo haciendo que Gianna recuerde todos los momentos bonitos que tuvo con su exligue hasta que Lei llega.
Como Gianna está todavía tocada por lo sucedido, no quiere quedarse a escuchar la conversación. Por tanto, decide ir a hablar con Chad para ver qué es lo que ha ido mal; quiere tontear con él para sacarle la información. Ambos van al restaurante Rossi para estar más cómodos y cuando llevan un rato hablando justo llega Jax allí con Stacy. Aunque se sentaron lejos, Chad y Gianna comen incómodos porque no les gusta nada la tensión que hay. En un momento que Gianna va a la oficina que hay dentro del restaurante para llamar a Lei y contarle lo sucedido, entra Jax y la deja sin respiración. Quiere seducirla y le dice que no se acueste con el hombre equivocado.
Al salir, del despacho Gianna se encuentra que Chad ha pedido toda la comida para llevar porque está harto de la situación y quiere ir con su cita a un sitio más tranquilo. Cuando por fin están relajados, Gianna recibe una llamada de Jax que quiere comer con ella al día siguiente pero rechaza la invitación porque piensa que es para una reconciliación. Nada más lejos de la realidad, Jax simplemente la invitaba para comer y viendo que hasido rechazado se lo comentó a Iam Pembry que es su socio en el contrato de los gemelos; así que éste llama a Gianna para ofrecerle una cena de trabajo y también a Lei en una mansión de Washington D.C. donde también estará Jax.
Durante el vuelo de vuelta a Nueva York, Lei le da a Gianna un papel que es el documento que ha firmado Chad con ellas que se lo había dado durante la fiesta que hubo después de la cena. ¡Por fin han conseguido el contrato! Lei sospechaba que Chad también iría junto a su hermana y otros invitados importantes del mundo de la restauración.
Antes de volver a Nueva York, Gianna se quedó un poco tocada por lo que le dijo Jax, que no desaparezca porque quiere volver a verla. Cuando ella llega a casa no puede dormir por lo que llama a su hermano Nico para pasar el fin de semana con él y desahogarse. Inesperadamente, Jax se presenta allí para invitarla de nuevo a comer pero esta vez por motivos personales, quiere conquistarla de nuevo por mucho que ella se haga la dura. Para su sorpresa, ella acepta la invitación simplemente porque el deseo es más fuerte que el intentar alejarse de él como hizo éste hace tiempo.
Antes de ir a comer, pasan por el hotel donde se aloja Jax y se acuestan, pero después de tener un momento de pasión, Gianna se arrepiente porque siente que Jax la va a volver a dejar tirada. Intenta alejarse de él, pero Jax no se lo permite; así que discuten hasta que Gianna cede a volver a intentarlo. Como siempre le pasa a Gianna después del sexo, tiene hambre así que van a comer algo al restaurante Rossi. Allí, hablan un poco de sus vidas familiares y al terminar vuelven a la habitación de hotel donde se aloja Jax para continuar con el deseo de ambos.
Después de un bonito fin de semana, Gianna va a trabajar y se encuentra que Ian vuelve a quitar otro contrato de unos famosos de la restauración a Lei. Este hecho se ha producido porque Jax ha invertido una gran suma de dinero en Ian para que le quitara el contrato a Ian. Gianna al enterarse, se siente traicionada porque todo esto ha ocurrido mientras Jax estaba con ella en el fin de semana.
Llena de rabia, va a la cena que le propuso Jax el día anterior porque quiere aclarar las cosas, ella no quiere ser juguete de nadie y que una relación enturbiada fastidie su vida laboral. Allí descubre que Jax lo que pretende es tener una relación únicamente sexual, pero esta vez no iba a ser el que corte sino quiere que lo haga ella. Ella se propone darle un escarmiento: lo seduce, se lo lleva a la cama, le hace mil cosas y Jax está a punto de llegar al clímax, Gianna se retira y lo deja como está. En ese momento el padre de Jax llama al dormitorio, sale a atenderlo dejando a Gianna sola allí donde descubre que Jax la ha estado siguiendo la pista durante el tiempo que han estado separados. Necesita alejarse de allí para poder pensar con claridad.
Cuando llega a su casa, Gianna pide a su hermano un favor: si Deanna, una periodista, puede investigar la vida de los Rutledge, es decir, de la familia de Jax. Tras ver todo lo que ha descubierto en el piso de Jax, Gianna llega a la conclusión de que Jax sí está enamorado de ella pero no entiendo por qué quiere alejarse de ella; eso es lo que necesita investigar.
Personalmente, me ha sorprendido mucho por parte de Sylvia Day porque no me esperaba que iba a gustarme. Pensé que iba a ser algo parecido que a Crossfire y la verdad es que estaba equivocada. Tras todas las novelas de Megan Maxwell de erotismo, ésta sin duda les sucede. No creo que represente a la mujer o al hombre como sumisos en una relación, no me gusta nada la tendencia que se está provocando en los últimos libros eróticos y creo que sin lugar a duda Sylvia Day a logrado salir de ella con esta saga.
Además, ambos personajes se les ve con carácter y tienen su propia personalidad; no siempre están a la sumisión de lo que le diga la pareja y me parece que eso es importante. Haciendo a referencia a Crossfire, Mi hombre, 50 sombras de Grey,... y alguna otra más que se me olvide de ese estilo; me da la sensación que lo escriben porque creen que todas las mujeres se deben someter a los hombres y sinceramente (siento si ofendo a alguien porque con estos temas me salen la rama feminista): no todas las mujeres somos iguales y no todas queremos vernos bajo el poder de hombre; muchas deseamos que nuestra pareja deje a un lado el ser hombre o mujer y tratarnos como iguales tanto dentro como fuera de la cama; eso no quita que de vez en cuando se haga algún rol para hacerlo más divertido.
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