domingo, 12 de abril de 2015

Las guerreras Maxwell, Deseo concedido

Megan, Shelma y Zac provienen de una familia donde el padre es inglés y la madre escocesa. Para la época en la que viven, el tener sangre mestiza es una deshonra, por lo que la familia por parte del progenitor dejó de ser invitada a los bailes y fiestas que se organizaban en el pueblo.

Cuando los padres mueren, Margaret (la tía de los tres niños) se hace cargo de ellos y como quiere volver a tener la popularidad que tenía antes de que su hermano se casara con la escocesa, quiere que Megan y Shelma se casen con unos ingleses para así quitárselas del medio. Megan, cuando descubre el plan de su tía, huye con sus hermanos hacia la casa de su abuelo, Angus, en otra aldea para comenzar una nueva vida desde cero sin que nadie las juzgue por sus raíces.

Con el paso de los años, Megan y Shelma conocen a un par de guerreros llamados Duncan y Lolach que les gustan y ellos también caen en sus encantos, pero no están dispuestos a dejar la guerra por ellas.

Un día, los guerreros van a visitarlas a casa de Angus pero al no estar las chicas, el abuelo habla con ellos y les hace prometer que si a él le ocurriera algo, ellos encontrarían un buen esposo para cada una de ellas y que hasta lo encontrasen, deberían cuidar de ellas.
Desgraciadamente, los hombres que querían casarse con ellas en Inglaterra las encuentran y desean matarlas mientras que por el camino también se benefician de la muerte de otros escoceses, entre ellos Angus. Los tres hermanos logran escapar matando a los asesinos que han venido a por ellas.

Cuando Duncan y Lolach ven lo ocurrido, no lo dudan y se casan con las chicas: el primero con Megan y el último con Shelma. Megan y Duncan hacen una unión de manos como boda (el matrimonio dura un año y un día) para probar y Shelma y Lolach celebran la ceremonia ante los ojos de Dios. La primera pareja no hacen más que discutir y luego tener unas reconciliaciones increíbles. Sin embargo la otra pareja se compenetran muy bien y se quieren desde el primer momento.

Tras ambas ceremonias, todos vuelven a sus tierras Megan junto con Zac a las de su marido y Shelma a las de su esposo. Van todos juntos con sus receptivos guerreros hasta que llegan a las tierras de Lolach que los clanes tienen que separarse: el clan de Lolach ya ha llegado a su hogar y el otro clan tiene que seguir un poco más.

Los meses pasan y ambas parejas parecen ir bien hasta que un día Duncan se enfada muy fuerte sin motivo alguno con Megan y Zac. Además Megan cree que él ama a otra persona; por ese motivo ella y su hermano huyen hacia otras tierras donde les ayudan a esconderse hasta que la unión de manos finalice.

Cuando Duncan se entera de lo ocurrido, mueve cielo y tierra para encontrarlos pero la búsqueda fracasa hasta que uno de sus amigos les revela donde se hayan.

Las guerreras Maxwell, Deseo concedido
Megan Maxwell
Editorial: La Esfera de los Libros
ISBN: 978-84-906-0012-2
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Es un libro precioso para leer. He llorado, reído, disgustado,... hasta me he enamorado de los personajes. He sentido muchas emociones leyéndolo. Pero quiero dar un consejo a todos ellos que vayan a empezarlo y sean feministas: es una historia que se desarrolla a principios del siglo XIV, por lo que las mujeres en esa época eran sumisas para sus maridos, por lo que hay que imaginarse la situación ya que puede frustarse uno con la lectura por cómo a veces se las tratan y los pensamientos que tienen ellas. Por lo menos, así me sentí yo cuando veía los malos modos hacia las mujeres y los pensamientos de sumisa y de dama perfecta que tienen ellas.

Afortunadamente, ya estamos en el siglo XXI y han cambiado estas cosas a mejor aunque algunos se empeñen en que no. Para los casos de violencia de género (ya sea física o psicológicamente) se puede denunciar sin los reproches del mundo entero. ¡Ojo! No estoy diciendo que los protagonistas sean maltratadores, pero si los enemigos de los clanes.

Es una historia que recomiendo leer para saber algo de la cultura de Escocia, Irlanda e Inglaterra en el siglo XVI. Además las historias de amor son estupendas sin que haya el típico príncipe azul de cuentos de hadas. Es cierto, que cuando una se enamora ve en la pareja su príncipe azul que quizá para otras no lo sean, pero para gustos los colores.

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