domingo, 27 de marzo de 2016

El crédito

Hace dos viernes tuve la oportunidad de ir al teatro puesto que me regalaron la entrada para ver El crédito. Me hizo mucha ilusión puesto que hacía tiempo no acudía a un espectáculo.

Cierto es que a medida que se acercaba la fecha, estaba menos ilusionada porque tenía mucho cansancio acumulado de no descansar bien y tenía un sueño terrible... Al final me animaron porque me dijeron que me lo iba a pasar bien y que no me iba a dormir durante la obra porque me lo iba a pasar bien y no iba a parar de reír hasta el final. Y así fue. ¡Estuvo magnífica!

Os dejo la sinopsis por si os apetece ir:
Si nos dedicamos a lubricar engranajes o a traducir manuales de instrucciones quizás no nos crucemos nunca con las personas a las que nuestro trabajo afecta íntimamente. Ahora bien, si nos relacionamos directamente con individuos de carne y hueso hay trances difíciles de evitar. Para los médicos, los tenderos, los policías municipales o cualquier otra profesión en la que el contacto es inevitable, los problemas pueden aparecer en cualquier momento.
Y si eres director de una sucursal bancaria, todavía peor. Si eres director de una sucursal, hoy en día, las cosas pueden llegar a complicarse de manera alarmante. Y es que hasta ahora, en nuestro civilizado mundo, cuando alguien necesitaba dinero iba al banco y pedía un crédito. La mayor parte de las veces tú se lo concedías, pero si no era así, callaban y volvían para su casa, cabizbajos, conformados, pensando que las cosas iban muy mal, que el crédito no fuía y te dejaban en paz. Hoy ya no puedes confiarte...
Con este resumen uno no sabe que esperar de esta comedia, pero cuando uno se sienta y empieza el espectáculo, no para de reír de las cosas absurdas que pueden ocurrir en la oficina de un banco y más siendo director; pero hoy en día no me extraña que la gente pueda hacer lo que sea con tal de conseguir un crédito o una hipoteca, ya que, por desgracia estamos en una época de crisis... y como muchas de las historias de la vida real son tristes, en este caso acaba con final feliz y haciendo reír al espectador olvidando un poco el mundo en el que vivimos e incluso del cansancio del día a día.

Sin lugar a dudas, recomiendo mucho ir a pasar un buen rato con Carlos Hipólito y Luis Mierlo ya que no os vais a arrepentir. ¡Corred, la última función es el 1 de Mayo en el teatro Maravillas de Madrid!

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