Hace un par de meses aprovechando que el padre de mi pareja venía a Madrid, decidimos hacer una escapada con él y también con la hermana de mi chico, su marido y su hijo a Almagro.
Los cinco íbamos a hacer turismo pero al llevar un niño pequeñito, no podíamos ir al ritmo que realmente nos gusta; sino más despacio y visitando poquitos sitios. Es otra manera de disfrutar de un lugar, pero a la vez también de la infancia de un sobrino. Así que no nos importó.
Tras dejar las cosas en el hotel (hicimos noche para que no se nos hiciera corto), salimos y vismo por fuera el Museo Nacional del Teatro; un edificio construido en 1989 y en un principio pertenecía al Palacio de los Maestres de Calatrava, pero al ver que no resultó eficiente se lo cedieron al Ministerio de Cultura que lo destinó a lo que es hoy en día, el Museo Nacional del Teatro.
Caminando un poco más, nos plantamos en los jardines qe hay en la Plaza Mayor donde el niño se lo pasó bomba y mientras tanto sacábamos entradas para visitar el Corral de Comedias y así ver una pequeña repreresentación. En la misma plaza, también se sitúa el ayuntamiento.
Después de comer; y tras ver la representación (por cierto maravillosa y con mucha riqueza de obras y autores conocidos de todas las épocas; 100% recomendado), algunos nos desbancamos del pequeñín (quedando al cuidado de su madre) para poder algunas cositas más como la Plaza Santo Domingo y la Parroquia de San Bartolomé.
Al día siguiente, lo primero que hicimos mi pareja y yo fue quedarnos con el niño para que sus padres pudieran visitar cositas también. Se metieron en la Iglesia de San Agustín donde había una exposición de cervantes.
Por último, mientras el pequeño y sus padres iban a un parque, mi pareja, su padre y yo nos metimos en el Convento de la Asunción de Calatrava donde se destaca dentro del conjunto la escalera principal, que
responde al modelo español claustral del quinientos, de tres tramos y
balaustrada de traza flamigera.
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