sábado, 12 de noviembre de 2016

El Real Jardín Botánico (Madrid, España)

Después de ir al Templo de Debod, estuvimos unos días viendo por internet a ver cuál podía ser nuestra próxima visita de monumentos y lugares de interés por Madrid. Al final nos decimos por el Real Jardín Botánico, aunque ambos lo conocíamos, hacía mucho tiempo que ninguno de los dos ponía un pie en este parque.

El Real Jardín Botánico es un recinto de interés histórico artístico. En sus ocho hectáreas alberga una colección de más de cinco mil especies, exhibidas con criterios científicos y estéticos. Proceden de distintas regiones del mundo y algunas se conservan en invernaderos con requerimientos especiales de temperatura o humedad.

Por orden de Fernando VI en 1.755, se funda el Real Jardín Botánico de Madrid a orillas del río Manzanares. Posteriormente, Carlos III determinó su traslado al Paseo del Prado, donde abrió sus puertas en 1.781. Desde entonces este parque se ha implicado en el estudio, la enseñanza y la difusión de la botánica. Durante los siglos XVIII y XIX, participó y organizó expediciones científicas por todo el mundo, labor que continúa hoy en día. Gracias a ello, conserva un legado histórico-científico excepcional.

En 1.942 fue declarado Jardín Histórico y está inscrito en el Catálogo de Bienes de Interés Cultural del Patrimonio Cultural Español.

A medida que uno va avanzando por el parque puede encontrar una serie de árboles singulares que fueron plantados en los siglos XVIII y XIX o están incluidos en el Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid.

También uno puede ver los siguientes sitios dentro del propio parque:
  • La Terraza del Plano de la Flor que es de estilo romántico y alberga una variada representación de árboles y arbustos. Está bordeada por un emparrado de hierro forjado construido en 1.786.
  • La Terraza de las Escuelas Botánicas que recoge una colección taxonómica de plantas ordenadas por familias y filogenéticamente, desde las más primitivas a las más evolucionada, alrededor de los 12 fontines de la misma terraza.
  • En la Terraza de los Cuadros se encuentran las colecciones de plantas ornamentales, medicinales, aromáticas, endémicas y de la huerta reunidas alrededor de los fontines.
  • El Invernadero Santiago Castroviejo aloja tres departamentos con diferentes condiciones climáticas en los que se incluyen colecciones de plantas crasas, de las Islas Canarias, tropicales comestibles y de la selva ecuatorial, entre otras.
  • En la Terraza Alta o de los Bonsáis se exhibe la colección de bonsáis donada en 1.996 por el ex presidente del Gobierno D. Felipe González. Se considera el conjunto más importante de especies autóctonas ibéricas. También cuenta con un grupo de especies procedentes de Japón, China, Canadá y Sudamérica.
La investigación que los científicos desarrollan en el jardín persigue, en su mayoría, el objetivo global de comprender la diversidad actual de plantas y hongos, cómo se ha generado y cómo se puede conservar. Pero al plantearse este objetivo los enfoques son muy variados, desde los estudios orientados a conocer las especies que viven en un territorio (floras) o integran un grupo concreto de organismos (sistemática) hasta los que buscan reconstruir la historia evolutiva de los grupos de plantas y hongos. Asimismo, estudian la biodiversidad a otro nivel, el de ecosistemas, en especial en los acuáticos de la región mediterránea y en los de las regiones tropicales.

Existe un herbario que es el mayor que hay en España con más de un millón de especímenes. Alberga, entre otras, las importantes colecciones de flora tropical recolectadas en las Expediciones españolas del siglo XVIII. Constituye uno de los patrimonios más valiosos del Real Jardín Botánico y es, a la vez, una pieza fundamental para la tarea científica e investigadora.

Tienen también una biblioteca científica y un archivo de referencia de nuestro país para el estudio de la Botánica y la Historia Natural. Contienen una colección patrimonio de gran valor: incunables, impresos, manuscritos y dibujos, desde los siglos XVII y XVIII hasta la actualidad, e incluyen recursos electrónico y bases de datos online.

En el banco de germoplasma se conservan semillas de origen silvestre para su futuro uso en tareas de reintroducción de especies, revegetación, investigación, intercambio y preservación de la diversidad genética. El banco es una gran herramienta para la protección de la flora silvestre amenazada.

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