martes, 1 de noviembre de 2016

Hotel Earls Court (Londres, Reino Unido)

De lo último que quiero hablar sobre mi viaje a Londres, es sobre el hospedaje en el que estuvimos. Se llama Hotel Earls Court y está catalogado como un Bed and Breakfast.

Para lo que queríamos nosotros nos bastaba ya que solo, nos propusimos ir al hotel para dormir y desayunar, el resto del tiempo estábamos fuera explorando la ciudad.

Cuando nos pusimos a buscar algo donde poder alojarnos, vimos que los precios de los hoteles eran prohibitivos para nosotros, no hacíamos más que buscar y buscar pero no encontrábamos lo que queríamos, ya que los demasiados baratos teníamos que pagar un suplemento extra si queríamos ventana (algo importante para nosotros para poder ventilar y también para poder ver un poco la luz del sol cuando nos despertábamos) y si nos ibamos a algo considerado en España como hotel de 1 estrella a 3 estrellas se nos iba de presupuesto. Así que al final, acudimos a una agencia de viajes para que nos dieran una pista de cómo encontrar extactamente lo que queríamos; nos dijeron varios bed and breakfast y hostales y luego estos mismos los miramos por nuestra cuenta para ver como nos salía y al final lo cogimos a través de la web de booking porque nos mejoró el precio de la agencia.

Hotel Earls Court está bien situado, con una parada de metro que tiene buena comunicación con cualquiera del centro para visitar lo que queríamos (rara vez, teníamos que hacer transbordo) y cuando llegamos vimos que estaba en una zona donde todo eran coches de lujo y nos quedamos asombrados.

Nada más entrar, vi que no había ascensor... y yo pensaba "por favor, que no nos den una habitación en un piso muy alto, ya que me da algo si tengo que subir con todo el equipaje al ultimo"; y por suerte, nos dieron en la primera planta, así que estaba encantada.

La habitación era muy chiquitina, con una cama de matrimonio, una cama individual, mesa, lavabo y cuarto de baño privado con ducha y váter. La verdad, es que podían haber quitado la cama individual y poner un armario, porque no teníamos sitio ni para dejar la ropa ni la maleta; pero nos la apañamos bien y para dormir estaba bien. Además tenía ventilador y televisor así que cuando nos íbamos a la cama, nos podíamos quitar el calor con el ventilador y ver un poco la tele para practicar el listening.

El desayuno era muy completo, estaba catalogado como continental, y se componía de tostadas, huevos, cereales, fruta, café, infusión o chocolate caliente; nos lo servían directamente en la mesa.

La verdad es que para ser un hostal "baratillo" estaba muy bien y nos gustó bastante. Estoy segura, que si volvemos a Londres, nos alojaremos de nuevo aquí.

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