La zona alta de Barcelona cubre varios barrios que, como su nombre indica, se encuentran en la parte montañosa de la ciudad: las opulentas zonas de Pedralbes y el Tibidabo y parte del bohemio barrio de Gràcia. Pero lo que realmente distingue a esta parte de la ciudad son sus 15 parques; los más atractivos son el ingenioso Parc Guell de Gaudí y el colosal parque natural de Collserola, que se extiende como una verde alfombra sobre el monte Tibidabo. Gràcias está considerado el barrio más cosmopolita de Barcelona; su fuerte tradicción política y su comunidad gitana -muy arraigada en la vida de la ciudad- siempre han atráido a artistas y escritores a sus laberínticas calles. Ahora abundan las boutiques y los bares, y las plazas se llenan de vida por la noche.
- Parc d'Atraccions del Tibidabo: Un funicular de un siglo de antigüedad lleva hasta la cumbre del Tibidabo (517 metros), donde se encuentra este parque de atracciones, que empezó a funcionar en 1.908. Cuenta con modernos y vertiginosos aparatos, pero las verdaderas atracciones son los pintorescos artilugios antiguos, como el carrusel y la noria. En el mismo recinto se encuentra el Museu dels Aut`mates, con una maqueta del parque.
- Monestir de Pedralbes: La reina Elisenda de Montcada fundó este precioso monasterios a principios del siglo XIV. Su nombre procede del latín petras albas (piedras blancas). La tumba de la reina yace junto a la pared de la iglesia y el impresionante claustro gótico de tres plantas. Recorriendo la cocina, las celdas, la farmacia y el refectorio, todos bien conservados, el visitante se compone una imagen de la vida medieval.
- Torre de Collserola: Esta dinámica torre de telecomunicaciones, diseñada por el arquitecto británico Norman Foster, se ve desde cualquier parte de la ciudad. La estructura superior, en forma de aguja, descansa en un pilar de hormigón y está anclada por 12 enormes cables de acero. Un ascensor acristalado sube hasta la parte superior, a 560 metros sobre el nivel del mar. En un día claro se divisan los Pirineos.
- Museu del F.C. Barcelona y Camp Nou: Ningún aficionado al fútbol debe perderse el museo más visitado de la ciudad. Recuerdos de todo tipo ayudan a conocer la historia del Barça. También se muestran obras donadas por relevantes artistas catalanes. La entrada incluye una visita al impresionante Camp Nou, estado del club, con un aforo de 120.000 espectadores.
- Palau Reial de Pedralbes: La antigua residencia principal del conde Eusebi Güell fue donada a la familia real española en 1.919. Abierta al público desde 1.937, este majestuoso palacio alberga el Museu de Ceràmica, el Museu de Textil y el Museu de les Artes Decoratives. El primero posee una espléndida colección de cerámica catalana morisca; el Museu de les Arts Decoratives cuenta con mobiliario de época y un buen número de objetos que datan desde la Edad Media en adelante, y el Museu de Textil se centra en la moda y la costura. Los magníficos jardines incluyen una fuente diseñada por Gaudí.
- Parc Güell: Declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1.984, este apasionante ejercicio de osadía arquitectónica incluye mosaicos en trencadís, un banco serpenteante, pabellones de cuento de hadas, arquerías góticas y sala hipóstila, concebida como un mercado. El simbolismo de Gaudí invade cada rincón. La Casa-Museu Gaudí, donde el arquitecto vivió 20 años, está dedicada a su vida.
- Temple Expiatori del Sagrat Cor: Visible desde casi toda la ciudad, el templo Expiatorio del Sagrado Corazón fue levantado por Enric Sagnier entre 1.902 y 1.911. Tiene una llamativa estatua de Cristo y un elaborado pórtico que roza la psicodelia. Un ascensor y unas escaleras suben hasta la terraza exterior, que ofrece espectaculares vistas.
- Parc de Collserola: Este oasis de calma de 6.500 hectáreas se extiende por las faldas del Tibidabo. Sus senderos señalizados son ideales para caminar o montar en bicicleta.
- Tramvia Blau: Los tranvías azules, con interiores de madera antiguos, ofrecen una interesante experiencia. La ruta va desde la Plaça John F. Kennedy hasta la Plaça del Doctor Andreu y pasa por muchas mansiones modernistas de la Avinguda del Tibidabo.
- Jardins del Laberint d'Horta: En 1.802 el marqués de Alfarràs dio una gran fiesta en estos jardines neoclásicos para celebrar la vista de Carlos IV. Diseñados por el arquitecto italiano Domenico Bagotti, cuentan con un lago, una cascada, unos canales y un laberinto de cipreses precioso.
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