Tras recoger la habitación que teníamos en Flor do Douro, nos pusimos de nuevo en marcha para nuestra siguiente parada: Bragança.
Antes de describir los preciosos rincones que esconde este municipio, he de mencionar el maravilloso paisaje que se ve mientras uno conduce por la nacional 218 desde Miranda do Douro. Como todo está cerca de un parque natural es fácil disfrutar de los diferentes verdes que ofrece la vegetación desde la carretera. Aunque sea un camino más lento y se haga más kilómetros, merece mucho la pena ir por aquí; únicamente por las vistas.
Cuando por fin llegamos a nuestro destino, Bragança, nos dirigimos primero al Castillo Medieval que se sitúa a lo alto de la colina y desde allí pudimos admirar la ciudad: la Torre de Menagem, la Torre de la Princesa, la Domus Municipalis, la Iglesia de Santa Maria y un Pelouriño. El castillo es un notable núcleo del arte guerrero medieval amurallado y almenado, construida en el siglo XII.
Después visitamos el Domus Municipalis, un ejemplar único en la Península Ibérica de la arquitectura civil románica. Fue construido en el siglo XII para servir como un tanque, y más tarde adaptada al Ayuntamiento. Se distingue por una sucesión de aperturas y decoración por la diversidad.
Uno de los nombres de iglesia que más se repite en Portugal es Iglesia da Misericórdia y Bragança, por su puesto, tiene una que fue construida en el siglo XIV y dedicada al Espírito Santo. Más tarde, fue reconstruida y ampliada en 1539 para que se instalase la Santa Casa de Misericórdia allí y así atender a los necesitados. El Altar-Mor es uno de los mejores ejemplos del arte trabajado en el siglo XVII. En una capilla lateral, de finales del siglo XVIII se encuentra la imagen del Divino Señor de los Pasos, con una túnica de terciopelo bordado en oro.
Luego vimos el Monasterio de Castro de Avellanas que fue construido en el siglo XII por monjes benedictinos que, además de toda su importancia religiosa, durante la Edad Media mantuvo fuertes lazos con el Reino de León y también sirvió como albergue para los peregrinos del camino de Santiago.
Otro monumento importante que admiramos fue la picota que es conocido como "Porca da Vila". Tiene una columna cilíndrica rematada por un capitel romano y con el apoyo de la figura de un ciervo.
También observamos la Catedral que es prácticamente nueva ya que fue inaugurada en el siglo XXI. Es muy diferentes a todas ellas que se construyeron en otras épocas.
Y lo último que visitamos fue la Torre de Menagem que es el mejor ejemplo de gótico en Trás-os-Montes. Con cerca de 34m de altura y 17 de ancho, se destaca por su corona rematada y esquinas redondas. Presenta en la portada la piedra con el escudo de la Casa de Avis.
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