sábado, 8 de diciembre de 2018

Barrio Real (Bruselas, Bélgica)

Estos días atrás me he entretenido en relataros más la información sobre dos museos (el de instrumentos de música y el de bellas artes) que están en el Barrio Real de Bruselas, pero este distrito también tiene muchas cosas más que ver y que son muy interesantes:

Cathédrale des Sts-Michel et Gudule

Escenario de coronaciones y bodas reales, la catedral de Bruselas posee torres gemelas y guarda cierto parecido con Nôtre Dame de París. La construcción comenzó en 1226 y duró 300 años. A través de las vidrieras la alta nave se inunda la luz, mientras en las columnas los santos blanden herramientas doradas. En un gran púlpito de madera, obra del artista amberino Hendrik Verbruggen, están representados Adán y Eva expulsados del Edén por esqueletos.
Église Notre Dame du Sablon

Grande y ostentosa, la iglesia gótica de Sablon empezó siendo la capilla del gremio de arqueros en 1304. Un siglo más tarde, hubo que ampliarla considerablemente para dar cabida a los numerosos peregrinos que llegaban atraídos por los supuestos poderes sanadores de una estatua de la Virgen, que habías sido robada en 1348 de una iglesia de Amberes, aparentemente por un matrimonio en barca de remos que actuó movido por una visión. La barca detrás del púlpito rememora este hecho.

Place du Petit Sablon

Subiendo unos 200 m desde Place du Grand Sablon se llega a estos jardincitos rodeados por 48 estatuas de bronce, una por cada gremio medieval. En la bolsa de una fuente, como dos actores de una pieza de Shakespeare, se alzan los condes de Egmont y Hoorn, populares líderes bruselenses decapitados en la Grand Place en 1568 por desacato al gobierno español. La residencia de Egmont estaba detrás.


Église Note-Dame de la Chapelle

La iglesia más antigua de Bruselas aún en pie conserva la torre decapitada de la capilla original de 1134 en la sección central de la construcción realizada posteriormente, más grande y gótica. Detrás del púlpito con forma de palmera, encima de un confesionario tallado, hay una placa conmemorativa a "Pedro Brevegello", es decir, Pieter Brueghel el Viejo, que vivió en el cercano barrio de Marolles.

Palais de Justicie

Más grande que San Pedro de Roma, el palacio de justicia abarca 2,6 Ha y era el mayor edificio del mundo cuando se construyó (1866 - 18883). Aunque el laberíntico complejo resulta intimidante, no es fácil de proteger, y en varios casos notorios se han fugado criminales del recinto. Detrás del edificio, una terraza ofrece amplios panoramas de los tejados de Bruselas, con el Atomium y la Koekelberg Basílica como estrellas. Un ascensor de cristal baja al barrio Marolles.

Musée BELvue

En el espacioso interior de estuco de esta antigua residencia real se propone una visita cronológica con audioguía por la historia de Bélgica, desde su independencia hasta hoy, recreada con exposiciones y proyecciones. Entre las piezas del museo destaca la chaqueta que vestía Alberto I cuando falleció en 1934 tras un accidente escalando. En verano, las mesas del restaurante ocupan el jardín.

Palais Royal

La familia real belga vive en Laeken, pero este robusto palacio del siglo XIX todavía es su residencia "oficial". El artista conceptual Jan Fabre ha revestido el techo de una sala con los élitros irisdiscentes de 1,4 millones de escarabajos tailandeses. También se verán retratos reales contemporáneos. Solo abre al público en verano.

Coudenberg

La colina Coudenberg es donde se alzaba el castillo original de Bruselas en el siglo XII. A lo largo de los siglos se transformó en uno de los palacios más elegantes y poderosos de Europa, en especial en el siglo XVI, cuando fue la residencia del emperador Carlos V. Alrededor del palacio, cortesanos y nobles construyeron bellas mansiones. El vasto complejo fue destruido por un incendio en 1731, pero bajo el nivel de la calle se conserva la estructura básica de los pisos inferiores del palacio, durante mucho tiempo ocultos.

Hoy se distinguen tramos enteros del trazado de calles medieval, aunque queda poco del ambiente original. Se entra al yacimiento subterráneo por el Musée BELvue y sale cerca del edificio Old England.

Museo del Banco Nacional de Bélgica

Es mucho más que una mera colección de monedas. La exposición está bien presentada y examina el concepto mismo del dinero, desde las conchas de cauri hasta las tarjetas de crédito.

Colonne du Congrès

La versión bruselense de la columna de Nelson en un monolito de 25 m de la década de 1850, coronado por una estatua dorada del rey Leopoldo I. Conmemora la Constitución belga de 1831. Las cuatro figuras femeninas que rodean la base representan las libertades ratificadas por la Constitución: de religión, asociación, educación y prensa. Esta última animó a Victor Hugo, Kerl Marx y otras personalidades a visitar Bélgica en una época en que tales libertades estaban mucho más restringidas en otros países europeos.

Entre los leones de bronce, una llama eterna rinde homenaje a las víctimas belgas de las dos guerras mundiales.

Parc de Bruxelles

La periferia de Bruselas está bien dotada de bosques y parques, pero el centro urbano es otra historia. La mayor zona verde del centro es el Parc de Bruxelles, un viejo parque formal flanqueado por el Palais Royal y el Palais de Nation. Creado bajo los auspicios de los duques de Brabante, está salpicado de estatuas clásicas y enmarcado por árboles con espalderas. En verano es frecuentado por oficinistas a la hora de almorzar, corredores y familias con niños.

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