miércoles, 6 de diciembre de 2017

Bautismo de buceo, Solo Buceadores (Madrid, España)

Desde hace mucho tiempo, estoy empeñada en querer bucear a una profundidad considerable para mí para poder ver la fauna y flora marina que no se ve estando en la superficie; pero nunca veía la oportunidad porque es un deporte bastante caro.

Este año es especial porque me casé y me hacía mucha ilusión ir a las Islas Maldivas para hacer submarinismo. Como iba a ser un viaje especial y fuera de lo normal pues quería que todo estuviera acorde. ¡A tirar la casa por la ventana!

Sin embargo, no quería tirarme a una piscina sin agua, por lo que tenía ganas de probar a ver qué tal me sentía haciendo un bautismo de buceo a través de la escuela Solo Buceadores que encontré en un cupón de Groupalia. Cuando lo vi, no lo pensé dos veces y se lo comenté a mi pareja así que se apuntó conmigo también para probar ya que él tampoco lo había intentado nunca.

Con el entusiasmo de los dos, llegamos demasiado pronto a la cita, por lo que tuvimos que esperar fuera. Era un sitio agradable con sofás, sillones y una mesita fuera para poder hacer más relajante la espera.

Cuando ya se acercó la hora, yo estaba ya muy nerviosa porque tenía miles de preguntas ¿y si no me gustaba? ¿o si no logro hacer lo que el resto? ¿y si me da miedo a la hora de meterme con todo el equipo dentro?... Y mis peores temores se hicieron realidad...

Nada más llegar nos meten a todos los que vamos a en una sala y nos dividen en equipos de cuatro personas con un monitor (por cierto, todos muy simpáticos).

A continuación, nos dicen que nos cambiemos para ponernos el bañador, las chanclas, gorro, calcetines y toalla; el resto debía quedarse en las taquillas que hay en los vestuarios.

Una vez fuera, nos dirigimos cada uno a nuestro monitor donde se nos explicó el equipo, el tipo de respiración y todos los ejercicios que se iban a hacer debajo del agua. Y cuando llegó la hora de la verdad, a mí me entró un agobio que no podía con él y no pude hacer nada de lo que nos propusieron. Se me acercó un monitor y estuvo todo el rato conmigo intentando controlar la respiración con la bombona sin tener que meterme dentro del agua ya que era lo que peor llevaba.

Como no fui capaz de hacer nada, me dijeron que podía repetir el bautismo junto con mi pareja otro día de forma gratuita para quitarme el miedo y poder así disfrutar de este deporte. Así que hicimos los dos, volvimos y ya solo tuvimos una monitora, Devi, con nosotros que me ayudó bastante a relajarme y por fin pude hacer los ejercicios que se me mandaron.

Ahora estoy tan entusiasmada y me gusta tanto, que no paro de buscar sitios para hacer buceo y snorkel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario