Como ya sabéis los que me habéis leído desde hace tiempo, me encantan TODAS las manualidades: decoración de figuras, cuadros, scrapbooking, patchwork, ganchillo, etc. ¡hasta la cocina me lo tomo como una manualidad!
Desde hace un año, estoy viendo que la gente dibuja letras preciosas, que lo llaman handlettering. Y, claro, yo como loca me puse a buscar información sobre el tema... de hecho, lo primero que hice fue comprarme un libro (del que os hablaré más adelante) y ponerme como loca a imitar lo que había allí. Pero empecé a frustrarme porque no me salía bien... así que lo abandoné por un tiempo.
Como en junio o así, una persona a la que aprecio mucho me dijo que había una youtuber que hacía las maravillas que yo quería aprender y que daba consejos de cómo hacerlo (cosas que no venían el manual que yo adquirí), así que la seguí para estar atenta a todo lo que subía e ir haciéndola caso. Su canal se llama The Flower Journal (ella se llama Inés) y tiene unas coas preciosas que aconsejo ver al 100%.
He de confesar que desde que la descubrí, soy una "yonqui" de sus vídeos y todas las semanas estoy esperando a que llegue el miércoles con impaciencia para ver qué va a hacer para yo poder proponerme el reto de hacerlo igual que ella (aún fracaso pero poco a poco voy mejorando).
Tranquilamente durante mis vacaciones de verano (mientras mi pareja estudiaba para las oposiciones) yo me ponía todos los días a practicar letras y letras con la diferencia de presión con los rotuladores de pincel tombow mientras veía los vídeos tutoriales de Inés. Mi línea de frustración realmente bajó y se estabilizó porque iba consiguiendo poco a poco mi objetivo aunque no me quedara perfecto.
Hace poco, vi que impartía talleres presenciales de lettering y antes de apuntarme me lo pensé bien porque más o menos ya podía formar palabras chulis. Pero había una cosa que me seguía saliendo mal (las mayúsculas) y quería preguntarla; además aún me costaba un montón enfrentarme a las hojas en blanco para hacer láminas preciosas como ella. Por lo que al final me apunté.
Nada más llegar, lo primero que me encontré fue una mesa donde está todo super mega colocado con un cuadernillo de teoría y práctica (hecho con cariño de , una libreta de puntos, un par de rotuladores, una etiqueta hecha a mano por Inés, unas ramitas de lavanda seca y todo muy bien recogido con un cordel. De diez la presentación (aunque la foto que os muestro ya estaba todo desenvuelto porque la hice en el descanso).
Una a una (en esta clase eramos todas mujeres, pero nos comentó que en otras ocasiones también hay algún hombre) nos fuimos sentando alrededor de la mesa.
Fuimos todas muy puntuales por lo que no hizo falta esperar a nadie. Por lo que dio comienzo el taller a su hora.
Durante la primera hora y media estuvimos practicando letras y letras hasta que nos dolió la mano (eso sí, ninguna nos quejamos) y al final a mí me salían churros porque no podía más.
Después hubo un parón para desconectar un poco y nos tomamos un café con galletas que trajo Inés. ¡Buenísimas!
Tras un rato de cháchara, volvimos a retomar los rotuladores y el papel para enfrentarnos a una hoja en blanco y hacer nuestras propias creaciones; no sin antes ella presentarnos todos los trabajos que había hecho con diferentes técnicas.
Cuando llegó el turno de dejar volar nuestra imaginación yo hice lo siguiente:
Dibujé eso porque sinceramente me sentía super afortunada en ese momento de haber conocido a Inés y por todo lo aprendido ese día. ¡Me encantó! Desde aquí la quiero pedir que en Madrid imparta algún taller de bullet journal y también de cómo pintar con acuarelas (algo tan sencillo que a mi se me atraviesa y me frustra muchísimo porque me salen manchurrones). Desde luego, para estas dos clases, podrá contar con mi asistencia seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario