Hace unos meses, a unos amigos, a mi familia y a mí se nos hizo tarde para comer en el centro de Madrid, casi eran las 16:00 y lo normal es que a esas horas estén cerradas todas las cocinas de comida no basura.
Al final, buscando por la zona de Atocha, encontramos uno, por lo que nos metimos sin dudarlo ya que estábamos hambrientos.
Lo que no sabíamos era el desastre que nos iba a pasar ahí dentro...
Algunos cogimos menú del día y otros platos combinados (un poco más acertados estos últimos, pero aún así no estaban muy ricos).
Los que elegimos menú, podíamos elegir entre varios primeros, varios segundo y varios postres; algunos se atrevieron con la paella y otros con los champiñones con jamón. El arroz lo sirvieron frío, insípido y pasado; las setas estaban un poco mejor pero también muy desaboridas. De segundo, muchos se cogieron el pescado que no estaba muy allá y otros costillas que por lo menos era lo más rico (aunque no estaban espectaculares, podrían mejorarse). El postre, al ser todo prefabricado, estaba bien.
Los que se decantaron por los platos combinados, no estaban buenos: los huevos fritos parecían más bien cocidos, las salchichas sabían a plástico, el bacon parecía chuletón de tocino (vale que lo principal es grasa, pero se suele partir fino y no super grueso).
A la hora de pagar también tuvimos problemas porque nos querían cobrar de más... y se estuvo luchando para que fuera lo justo.
Hubo otros detalles que tampoco nos gustaron nada:
- Cada vez que nos quitaban los platos, los ponían en una mesa que teníamos atrás; hasta ahí sería correcto si no hubiera nadie comiendo ahí (llegan a ponerme a mí los platos sucios de otras personas en mi mesa y le llamo la atención).
- El camarero se manchó la camisa entera (no era una cosa pequeña, sino gigante) y ni se cambió ni se lavó, dando así una imagen muy mala de suciedad.
- Tardaban mucho en servir para que luego estuviera todo frío.
Me da asco sólo con recordarlo
ResponderEliminarNormal, fue horrorosa la experiencia.
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